¿Qué hago?

No hay giro o mentira a la que no sea capaz de recurrir con tal de que la historia sea hermosa y os la creáis.

En las páginas de mis libros encontraréis, por encima de todo, y casi siempre de forma entremezclada, dos ingredientes.

Por una parte, historias de amor verdaderas, sin amores a primera vista ni pasiones tormentosas. Relaciones emocionales sinceras, auténticas, naturales, a veces difíciles, donde priman el respeto y la lealtad.

Y, por otra, hechos o épocas de interés por su rareza o por ser desconocidos, en los que sitúo a personajes de su tiempo con sus características básicas, que describo más tarde.

Soy como un viajero en el tiempo y en el espacio, que cuenta lo que ha visto con unos mismos ojos, una misma sensibilidad y una misma forma de hablar. O como los contadores de cuentos a la antigua usanza: la misma persona, la misma voz, la misma forma de contar, pero con distintas historias que tienen un notable punto atractivo. Y da igual que sea algo veraz o un truco de ilusionismo, porque lo importante es que la historia sea creíble y hermosa.

Por eso quiero y busco lectores inteligentes y activos. Del mismo modo que yo soy un lector activo y cuando leo quiero participar de la historia, quiero que mis lectores sean activos y participen de mis novelas.

Acompaño al lector en el viaje que hay en toda novela. Un viaje por tiempos o lugares de especial relevancia o interés; o un viaje hacia el interior de los personajes, a ver el curso de sus pensamientos. Y siempre desde varios puntos de vista, porque el viaje nunca es igual para cada viajero.

El hilo conductor de mis historias es el estilo que imprimo y los personajes que se mueven en ellas. Para saber más de ambos, mira el apartado “Cómo lo hago”.

Y para ver los resultados, hay un listado completo en “Mis obras”